Pozole Blanco
¡Hola a todos! Si hay algo que nos encanta en Fonda Priscila, es el pozole. Pero no cualquier pozole, sino uno que te hará sentir como en casa con cada bocado. Nuestro pozole es una mezcla perfecta de tradición y sabor, hecho con ingredientes frescos y de calidad que te harán querer repetir.
Lo que nos hace especiales es la dedicación que ponemos en cada detalle: desde el maíz hominy, que cocemos con paciencia para que quede en su punto, hasta los condimentos que le dan ese sabor auténtico que todos amamos. Y si te gusta experimentar, tenemos varias opciones: desde el clásico pozole blanco hasta el rojo y verde, cada uno con su propio encanto.
En Fonda Priscila, no solo servimos pozole; creamos un espacio cálido y acogedor donde cada plato tiene su propia historia. Ven a disfrutar de una experiencia culinaria que celebra nuestra cultura y el amor por la buena comida. ¡Te esperamos con los brazos abiertos!
El pozole es un platillo que ha estado con nosotros desde tiempos prehispánicos, y tiene una historia fascinante. Los mexicas lo consideraban sagrado y lo preparaban en ocasiones especiales. Aunque en sus inicios se usaba carne de cerdo, pollo e incluso carne humana en rituales, hoy en día lo disfrutamos de muchas maneras.
El maíz, un alimento esencial para nuestros ancestros, es el corazón del pozole. Utilizamos maíz hominy, que se prepara a través de un proceso especial que mejora su sabor y digestibilidad. Con el tiempo, el pozole ha evolucionado, y ahora puedes encontrarlo en sus versiones más populares: blanco, rojo y verde.
Hoy, el pozole es un símbolo de la gastronomía mexicana, especialmente en celebraciones y reuniones familiares. En Fonda Priscila, honramos esta rica tradición ofreciendo un pozole que respeta el pasado, pero que también lleva nuestro toque especial.
¡No te pierdas la oportunidad de disfrutar de esta deliciosa tradición en cada bocado!